¡HABLA SILENCIO! (Relato)
Cuentan las crónicas del año 3018 que
habían conseguido aislar y someter a juicio una serie de sentimientos y
situaciones que hasta ese momento parecía imposible. La paz, el amor, la
alegría o la tranquilidad, son solo algunos ejemplos de lo que aquella sociedad
tan desarrollada consideraba unos personajes tan estrafalarios que no sabían
que hacer con ellos.
Todos fueron pasando por el sistema
judicial hasta que le llegó el turno al personaje que hoy nos ocupa, llamado Silencio.
Si a la policía le costó encontrarle,
no fue porque SILENCIO se ocultara, sino porque casi no había ruido o
conversaciones que llevaran hasta su localización. En el informe se pudo leer
que aunque no se resistió a su detención, no consiguieron hacerle hablar en el
interrogatorio.
Llegado el día del juicio, el fiscal
tampoco obtuvo respuestas de aquel personaje, por lo que tuvo que improvisar un
discurso acusatorio. El abogado, en su turno de intervención, no tuvo mejor
suerte y también tuvo que sacar sus alegatos de su propia cosecha.
Después de escuchar los argumentos de
fiscal y abogado, el juez no tenía suficiente para su veredicto. También
intentó interrogar a SILENCIO, y también fracasó a pesar de su insistencia,
amparada en su autoridad…
De las crónicas de aquel año no ha
trascendido el resultado de aquel extraño juicio, pero si el hecho de que nadie
consiguiera arrancar una sola palabra al acusado.
A su vez SILENCIO, como protagonista de
esta historia, se iba quedando mas asombrado a medida que iba conociendo a los
personajes de la misma, ya que a ninguno se le había ocurrido pensar que ni
quería ni podía contestar porque eso iba en contra de su propia naturaleza.
Cayetano Benítez